VENEZOLANIDAD HOY

EL FACHISMO - FASCISMO. 


El concepto de régimen fascista puede aplicarse a los sistemas políticos autoritarios de la Europa de entreguerras y a los que se imponen por todo el continente durante la Segunda Guerra Mundial; de un modo destacado y en primer lugar a la Italia de Benito Mussolini (1922) que inaugura el modelo, seguida por la Alemania de Adolfo Hitler (1933) que lo lleva a sus últimas consecuencias, y cerrando el ciclo, la España de Francisco Franco (desde 1936) que se prolonga mucho más tiempo y evoluciona fuera del periodo (hasta 1975). El fascismo en la Alemania nazi o nacional-socialismo añade un componente racial, adoptado en un segundo momento por el fascismo italiano y el resto de movimientos fascistas o fascistizantes, para los cuales el componente religioso es mucho más importante, tanto que Trevor-Roper ha podido definir el término Fascismo clerical (entre los que estaría el nacionalcatolicismo español).
La componente social del fascismo pretende ser interclasista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista, de sindicato vertical y único en que trabajadores y empresarios obedezcan las directrices superiores, como en un ejército. Tal es el corporativismo italiano o el nacionalsindicalismo español. El nacionalismo económico, con autarquía y dirección centralizada se adaptaron como en una economía de guerra a la coyuntura de salida de la crisis de 1929. No obstante, no hubo en ningún sistema fascista ni planes quinquenales al estilo soviético, ni cuestionamiento de la propiedad privada ni alteraciones radicales del sistema capitalista más allá de la intervención del mercado. Estas características sirven como base a una crítica (de orientación tanto liberal como materialista) que resalta la conveniencia del fascismo para la burguesía.
Desde ese punto de vista, se suele mantener que los movimientos fascistas de entreguerras fueron alimentados por las clases económicamente poderosas (por ejemplo la alta burguesía), para oponerse a los movimientos obreros y a la democracia liberal. Esa tesis fue defendida en 1936 por el historiador Daniel Guérin (Fascismo y grandes negocios), en la que lo asocia a un complejo industrial-militar, expresión que sería posteriormente reutilizada para definir otros contextos, como el de la carrera de armamentos entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. 
Aunque es una cierta simplificación, se suele considerar al fascismo como un movimiento de derecha ya que los aliados del fascismo históricamente han estado en las clases económicas más poderosas. A pesar de esto, ciertas características del fascismo italiano provienen del socialismo estatalista, ya que Mussolini, antes del término de la Primera Guerra Mundial, era un importante ideólogo obrerista y militante Partido Socialista Italiano, en donde ya gestaba el fascismo, aun así difícilmente se puede considerar al fascismo como una forma del socialismo. 
El fascismo es un movimiento "totalitario" en la medida en que aspira a intervenir en la totalidad de los aspectos de la vida del individuo. En realidad, el fascismo surge con vocación de ir más allá de las ideologías tradicionales y se presenta como la superación de todas la demás ideologías, es mucho más cercano al populismo (sea cual sea su tendencia o bandera) que a una ideología política específica. 
El fascismo hace hincapié en el nacionalismo, pero su llamamiento ha sido internacional. Surgió con fuerza por primera vez en distintos países entre 1919 y 1949, sobre todo en Italia, Alemania y España. En un sentido estricto, la palabra fascismo se aplica para referirse sólo al partido italiano que, en su origen, lo acuñó, pero se ha extendido para aplicarse a cualquier ideología política comparable. Del mismo modo, Japón soportó durante la década de 1930 un régimen militarista que presentaba fuertes características fascistas. Los regímenes fascistas también existieron en periodos variables de tiempo en muchos otros países. Incluso democracias liberales como las de Francia e Inglaterra tuvieron movimientos fascistas importantes durante las décadas de 1920 y 1930. Después de la derrota de las potencias del Eje Roma-Berlín-Tokio en la Segunda Guerra Mundial, el fascismo sufrió un largo eclipse, pero en los últimos tiempos ha reaparecido de forma más o menos abierta en las actuales democracias occidentales, sobre todo en Francia y en Italia. 
Se caracteriza por ser anticomunista, antiliberal, oponerse a la democracia de partidos, a la pluralidad y a la variedad. Exalta el sentimiento irreflexivo y promueve la unidad de la Patria, ante todo (es totalitario). Promueve en lo económico un tipo de capitalismo corporativista. 
El fascismo tiene una base racial en Alemania por donde nace el nazismo, aunque no en Italia; los nazis construyen el mito de la raza aria superior de origen nórdico (en realidad, los nazis confunden la teoría de un pueblo indoeuropeo original con la poco científica teoría nórdica). Para realizar esta amalgama ideológica se basan en fuentes mitológicas y literarias, así como en los textos clásicos dedicados a consagrar la desigualdad de las razas. El ideario del partido nazi se nutre también de publicaciones y panfletos de carácter ocultista. Italia aprobará también leyes raciales en un segundo momento por la presión de los nazis. Asimismo, la concepción alemana se alimenta de tesis antisemitas medievales y supersticiones de carácter romántico. El antisemitismo era muy fuerte en muchos lugares de Europa y los nazis explotaron ese sentimiento a conciencia. El resultado fue que en muchas ocasiones los verdugos de las SS eran superados por soldados de países aliados, a los que tenían que contener (por ejemplo Rumanía). 
Es muy controvertido el papel de la Iglesia católica al respecto: se acusa a Pío XII de tibieza, cuando no de complicidad, por no condenar de modo claro el régimen nazi y la persecución de judíos desde un primer momento. Muchos criminales de guerra de la Segunda Guerra Mundial huyeron a Suiza y a Argentina con la ayuda de religiosos católicos (algunos con pasaportes del Vaticano y disfrazados de sacerdotes). Aunque también se ayudó a judíos y a elementos de todas las nacionalidades recibieron salvoconductos, se especula con que la Iglesia tuviese algún conocimiento superior al respecto, que el de otros gobiernos. 
El fascismo desdeña las instituciones del Estado republicano y sustituye el voto como expresión de la voluntad popular por las expresiones masivas de apoyo al líder. Hitler utiliza el plebiscito como arma en las relaciones internacionales: sus grandes decisiones son apoyadas por plebiscitos de apoyo masivo utilizados como amenaza: el líder fascista se presenta como portavoz de la nación unificada que habla con una sola voz. Esto refuerza otro de sus elementos principales: el "liderazgo carismático". El líder es casi divino y su liderazgo no es racional: "Führer", "Duce", "Caudillo", etc. El Fascismo no considera un valor la libertad de expresión y recurre a la violencia sistemática para obtener el poder o mantenerse en él; la violencia tiene un valor positivo para el movimiento fascista, es una fuerza de cambio, al igual que la juventud, que también es exaltada. Mussolini, fundador del PNF Partito Nazionale Fascista, opuso a los principios de la Revolución Francesa de «libertad, igualdad y fraternidad» la consigna «creer, obedecer y combatir». 
El fascismo lleva a cabo una "estatización" de la política: adopta uniformes y lenguaje militar y le da un gran valor a los símbolos y a las grandes concentraciones. Se opone al concepto de razón y quema libros para demostrarlo. El Fascismo es fuerza, vitalidad, energía, violencia y juventud, no pensamiento racional. Los intelectuales son despreciados. El Fascismo manipula las ideas de Friedrich Nietzsche sobre el poder de la voluntad y la creación del hombre superior. Las tesis de Nietzsche, por el contrario, condenan el proselitismo y desprecian a los fanáticos (véase Así habló Zarathustra). En diversos lugares del mundo, los movimientos fascistas surgieron apoyados por corrientes ultramontanas de sectores nacionalistas extremos. En general, describieron como su enemigo a una conspiración internacional formada por judíos, comunistas y masones (la sinarquía) (aunque pueden incluir en ese entramado a cualquier organización que juzguen trasnacional) y opuesta a los intereses del Estado-nación, como el capitalismo excesivamente aburguesado y que no reporte beneficios a tal Estado. La oposición a la masonería, que puede parecer anacrónica, responde sin embargo a una lógica de continuidad del tiempo histórico en el que la red de los masones permanece como custodia invisible de las ideas del liberalismo. Los fascistas sustentan una ideología de lucha entre los estados que se resuelve mediante la imposición y expansión del más fuerte. 
El "imperialismo", entendido como una política exterior expansiva, es otro de los rasgos clásicos del fascismo; generalmente se apoya en mitos del pasado, lo que refuerza su carácter romántico, más de religión que de ideología. Los fascistas quieren recuperar el esplendor pasado y las denominaciones de sus regímenes aluden a eso ("III Reich"). Los fascistas reclaman territorios que consideran suyos por derecho histórico y sus líderes están en conexión con esencias de carácter místico o sagrado. 
Aunque no todo gobierno militar es fascista, el término suele usarse para designar a las dictaduras y a los partidos o agrupaciones que se expresan mediante la violencia o predican el autoritarismo y el desprecio por quienes no piensan del mismo modo. En la actualidad el término "fascista" se asocia con la extrema derecha y las ideas de corte racista y autoritario. En general, se suele denominar "fascista" a todo el que intenta imponer por la fuerza su criterio sobre el de los demás. 
El término "fachista" es lo mismo que "fascista" Es una pronunciación a la italiana de la versión española "fascista".





DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA A LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA  


Tradicionalmente se ha definido la democracia como gobierno del pueblo. Esta definición ha sido utilizada a lo largo del tiempo para justificar que una minoría social, ejerza el poder sobre la mayoría, basándose en un modelo parlamentario y presidencialista que utiliza el sufragio como guía para garantizar la representación del pueblo. En la mayoría de los países se entiende por democracia representativa, donde, el ciudadano y ciudadana a través de voto transfiere su soberanía, y a la vez se le confisca, por parte de sus representantes en mayor o menor grado.
En los últimos 40 años, Venezuela ha transitado por una democracia representativa, que consistió en usufructuar el poder para el beneficio de unos pocos, en detrimento de la gran mayoría de la población; "que solo ejercía dicha democracia cada 5 años cuando acudían a las urnas a depositar el voto, el sufragio era la única forma del ejercicio de la soberanía, es decir la única vía de participación política del pueblo. de esta cultura se desprendían todas" las formas organizativas existentes, reproduciendo la democracia representativa en asociaciones de vecinos, sindicatos, ONG, clubes, etc. en cuyo seno se fortalecía el amiguismo, el "cuanto hay pa` eso", el clientelismo político, la seudoparticipación, las decisiones de cúpulas o grupos élites burgueses, y el fortalecimiento del partido de turno. Una vez que eran elegidos los máximos representantes, desde la presidencia de la república hasta el o la presidenta de la asociación vecinal y tomaban posesión de los cargos, se olvidaban de los electores y comenzaban a transitar una política que respondían a los intereses de las clases dominantes internas y externa, por supuesto que los Sindicatos y Asociaciones de vecinos, se convirtieron en los brazos ejecutores de los partidos políticos de turnos en el poder, siendo así, franquicias de estos. Entonces, esta práctica de democracia representativa se traducía en: clientelismo político, burocracia administrativa, cobro de comisiones, manipulación de la opinión pública, repartición de cargos públicos a conveniencias.
Esta práctica política desarrollada por AD-COPEI-URD (PACTO PUNTOFIJISTA), dió origen a la más profunda descomposición social, y descontento popular hacia los Partidos tradicionales y sus representantes "Políticos. fue tan grande dicha descomposición y descontento, que el clamor popular era " aquí tiene que pasar algo" y ese algo  fue "El Caracazo, el cual constituye un hito histórico que divide la historia contemporánea venezolana; el pueblo  venezolano  no volvió a ser el mismo de antes de esta “revuelta popular” que comenzó el día 27 de febrero y terminó el día 28 de febrero de 1989 en la ciudad de Caracas, e iniciados realmente en la ciudad de Guarenas, cerca de Caracas. El nombre proviene de Caracas, la ciudad donde acontecieron parte de los hechos, los cuales fueron mas acentuados. La masacre ocurrió el día 28 de febrero cuando fuerzas de seguridad de la Policía Metropolitana (PM), Fuerzas Armadas del Ejército y de la Guardia Nacional (GN) salieron a las calles a controlar la situación. Aunque las cifras oficiales reportan 300 muertos y más de un millar de heridos, algunos reportes extraoficiales hablan de 3500 personas fallecidas. Y como prueba de esto, tenemos las declaraciones del entonces Ministro del Interior de CAP, el Lic. Alejandro Izaguirre, donde se le quiebra la Voz y la conciencia le hizo decir que:  "no, no puedo seguir, no pu
edo". (ver vídeo)
Como consecuencia de esta explosión social, 3 años mas tarde, el 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992; un grupo de militares patriotas insurgen expresando también su rechazo al sistema imperante.


SUJETO HISTÓRICO


Cada vez que la masa popular se desborda afanosamente de su aguantar, surge un hombre o una mujer: una personalidad que asume el liderazgo del destino o devenir histórico de ese desbordar emancipador.  Por supuesto, cada líder, tuvo, tiene y tendrá sus detractores; unos conscientemente y otros; ni saben por qué. Así en la historiografía venezolana encontramos a Guaicaipuro, quien con su grito: “anakarina rote paparoto mantoro, itoto manto”, unificó a las grandes familias caribes de nuestra pacha mama; a los Caciques Naiguatá, Guaicamacuto, Chacao, Aramaipuro, Paramaconi y a su propio hijo Baruta, entre otros. Guaicaipuro, irrumpe como sujeto histórico de aquel tiempo, erigiéndose como la figura principal y central en la sublevación de todas las tribus nativas de la provincia de Caracas contra el voraz colonizador español, y logra unirlas a todas bajo su mando. Lugo podemos nombrar –de pasada– el Zambo Andresote, el Negro Miguel, y el inmortal José Leonardo Chirino, que en palabras de Ali Primera nos dice: “José Leonardo fue sudor de negro y cacao cuando batía el melao para echar al ESPAÑOL que DESPUÉS SE VOLVIÓ GRINGO y aquí lo tenemos hoy…” todos en contra de la esclavitud y dominación española, lugo, Gual y España, hasta llegar al genio de América “el Hombre de las Dificultades; nuestro Simón Bolívar. Más tarde, Ezequiel Zamora rinde culto a Bolívar, al sublevarse junto con el pueblo en contra de la “Oligarquía Traidora” paecista. Ahora bien, en el Siglo XX, aparece la generación del 28, un grupo de estudiante, quienes insurgen en contra del régimen gomecista, entre los cuales se erige como líder definitivo; el gran traidor del siglo XX, el Puntofijista “Don Rómulo Betancourt”, el mal llamado padre de la democracia. A partir de este nefasto Pacto, disque de gobernabilidad, comienza un proceso de transculturización (perdida de nuestra identidad nacional o mejor dicho nuestra venezolanidad) y deterioro social. En 1983, por primera vez se devalúa la moneda, tras un alardoso periodo de bonanza petrolera. El Presidente Luis Herrera, se dirige al país diciéndonos “…he recibido una Venezuela Hipotecada”. Más tarde en 1989, la MASA se desborda, no hay liderazgo; desaparecen los alimentos de la cesta básica, hay acaparamiento, masacran a un pueblo. Todo está servido a las transnacionales y el neoliberalismo depredador, y entonces, irrumpe el Comandante Chávez con su célebre “Por ahora, no se han logrado los objetivos planteados”…ahora, Quien le quita lo bailao a Chávez, ni siquiera la oposición. El es el sujeto histórico de finales del siglo XX y principio del presente. Chávez nos devolvió la patria, duélale a quien le duela. Por eso a 9 meses de la desaparición física, de la siembra de Chávez, podemos decir HOY TENEMOS PAAATRIA. La PATRIA no es un paquete de harina pan, tampoco un televisor. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario